Calipso, hermosa, sirena, enamorada; como todas. Ella es nosotras, la que le cantó a Ulises para que se quedara con ella, en aquella isla. Solitaria, pero quién necesita más cuando se tiene todo lo que se quiere, y ese todo lo que se quiere se llama él. Poderosa, la reina, la mejor, la que terminó con un corazón roto, y sabiendo que Ulises no podía quererla a ella porque había otra. Otra que se pasaba los días eternos cosiendo por el día, y descosiendo todo lo tejido durante la noche. Todas somos Calipso, ella está inspirada en todas; en las que sabemos, y aún así nos resignamos, en todas aquellas las que nos encerramos eternamente en una isla, esperando, aguardando, con esperanzas, de nuevo su llegada...
Sirena de los mares, reina de la infinita melancolía
(suspiro)
:)
El sueño de una noche de verano:
Muy bien, vete. De este bosque no saldrás
hasta que te haya atormentado por tu afrenta.
Mi buen Robín, acércate. ¿Recuerdas
que una vez, sentado en un promontorio,
oí a una sirena montada en un delfín
entonar tan dulces y armoniosas melodías
que el rudo mar se volvió amable con su canto
y algunas estrellas saltaron locas de su esfera
oyendo a la ninfa de los mares?
